LA LITERATURA DE FRONTERA EN LA COMARCA PAMPEANA

En la década de los cuarenta, el artista y educador Joaquín Torres García, al invertir el convencional mapa de las Américas, desestabilizó un paradigma fosilizado en el imaginario social, pues con este trabajo estético, provocó no apenas cuestionamientos sobre la supuesta neutralidad de las cartografías en general, sino sobre todo mobilizó un camino a la valorización de las diversas culturas que constituyen América Latina. Es con esta perspectiva que el artista incluye en su mapa concepciones simbólicas de los pueblos originarios de Nuestra América[1]. Su cuadro América invertida (1943) refuerza la frase emblemática que guió la geopoética del artista uruguayo “Nuestro norte es el Sur”, frase que es una guía simbólica hasta nuestros días.[2]

El refrán popular dice que una imagen vale más que mil palabras. Y de hecho, si el mapa de Torres García provocó perplejidad y cuestionamiento en muchos, para otros tantos, el artista supo representar visualmente iniciativas aisladas y complejas que le precedieron, iluminando así el camino que estaban creando también otros artistas y pensadores latinoamericanos de su generación.

A la larga, en el campo de la literatura, en la misma época escritores de distintas regiones de América Latina también rompian con los límites trazados por las políticas nacionalistas y hegemónicas establecidas en el siglo XIX y promovian una integración que transgredía a las máximas nacionalistas, heredadas del modelo colonial. Una importante antología que revela las primeras iniciativas de este proceso de integración se puede ver en el libro América Latina en su literatura (1972), publicado con el apoyo de la UNESCO. 

Al situar el tema central de este artículo – la literatura de frontera en la comarca pampeana – en los movimientos artísticos y de pensamiento crítico que constituyen a América Latina, aspiro a sensibilizar otros investigadores y artistas para que reflexionen sobre la producción ficcional de esta u otras regiones fronterizas. Las fronteras no están en los centros de poder, sino precisamente porque estamos en los márgenes junto a otros márgenes de naciones inventadas por la colonialidade do poder[3] que podemos sentir, analizar y reflexionar más profundamente sobre iniciativas y realizaciones más concretas de integración.

La reflexión sobre estas condiciones es tan fundamental como lo es la creación artística en sus diversas modalidades porque, como bien afirmaba Rama en relación al campo literario, “si la crítica no construye obras, sí construye una literatura” (RAMA:1985, p.18). En otras palabras, el papel del lector que compara, organiza y propone líneas de interpretación también juega un papel importante en la creación de mapas de la literatura de nuestras regiones culturales y, en consecuencia, del sistema de la literatura latinoamericana que plural y heterogéneo. Ya sabemos que los mapas pueden guiarnos, así como sabemos que los mapas no son apenas líneas en abstracto, ni tampoco son neutrales, como nos advertió Torres García.

Por lo tanto, es desde un espacio que habito como lectora, docente e investigadora de la cultura latinoamericana que empecé a estudiar la literatura fronteriza de la comarca pampeana. Todavía me parece importante aclarar que muchas veces cuando mencionamos el término literatura fronteriza, las personas suelen pensar que podría tratarse de obras que se refieren a la división, separación y confrontación, ya que el concepto de la palabra frontera tiene como primera acepción línea que separa naciones, localidades o territorios.

Sin embargo, sin descartar de pleno esa comprensión, lo que  interpretamos al leer obras literarias de la región que integra el sur de Brasil con el Noroeste de Argentina y el norte de Uruguay es la creación de espacios simbólicos que transgreden los de las naciones que los escritores tienen como referentes, estrategia que moviliza expresivas relaciones interculturales de esta región latinoamericana. No hay suspensión del espacio, porque al igual que el mapa artístico de Torres García, hay en la literatura de muchos escritores fronterizos un ambiente creado a contramano del espacio político institucionalizado. Adentrarse en el paisaje sociocultural a partir de la geopoética creada por la literatura, es una forma de entender un sistema de representación de la realidad que nos lleva a habitar este espacio en el plano de los sentidos y a su vez a repensar las relaciones cotidianas que vivimos.

Es por eso que cuando el escritor y artista visual Garcia Schlee, en una de sus primeras obras – Linha Divisória (1988) – escribe epígrafes que solo se complementan cuando el lector asocia los dos capítulos de su libro – “Jaguarão se queda de este lado de un puente…” (pág. 5) “… Y EL RESTO DEL MUNDO en el que vivimos es todo sur sin norte” (p.57) – una franca alusión a Torres García, también moviliza al lector a pensar en sentido contrario a lo que podríamos pensar inicialmente por el título de la obra. Ya sea en su extensa obra de ficción, en sus traducciones de autores de la literatura uruguaya y argentina, o bien en sus investigaciones académico-artísticas, cuyo resultado más evidente es su última obra Diccionario de la cultura pampeana (2019), el escritor fronterizo concibe la región como una sola tierra Uma terra só –  como sugiere el nombre de su primera libro de ficción, de 1984.

Es cierto que si bien ese título, así como toda la obra de García Schlee, moviliza el lector a pensar y a experimentar la integración de la región, también nos lleva muy a menudo a reflexionar sobre el aislamiento y la marginación a la que están relegados quienes viven en los límites de las naciones.

Situaciones que también son tematizadas con frecuencia por otro escritor fronterizo, el uruguayo Fabián Severo. Para ejemplificar cito un fragmento, una provocación al lector, presente en su más reciente novela, Sepultura (2020):

¿De qué lado usted istá? ¿Del lado de Uruguay y de los diente de sus gobierno que vienen nos medir los pie, nos quitar la comida, nos prohibir el Brasil? ¿O istá del lado de los Brasil que nos dieron las espalda y ni se lembran que semo sus hermano, que necesitamo un vaso de agua? En el medio, istamo nosotros, isperando el milagre en el abandono da frontera. (SEVERO, 2020, p. 115)

 Como el lector podrá ver e imaginar, hay escritores de la región que escriben en portuñol – o portugués uruguayo – como es el caso de Fabián Severo. Hay otros escritores que escriben sus obras en los dos idiomas dominantes:  español y portugués. Y a veces, por diferentes motivos, los escritores publican primero en el país vecino y luego en su país de origen, a partir de la autotraducción, como es el caso de García Schlee. También hay quienes problematizan, desde el propio universo ficcional, las potencialidades de traducción y publicación en uno u otro país, como es el caso del escritor fronterizo argentino, José Gabriel Ceballos en su obra Ivo el imperador (2002). Novela en la que el protagonista, un joven escritor argentino, escribe sobre un personaje histórico, popular y marginado, de la ciudad de Uruguaiana. Es tanto para promover la justicia a la memoria de ese personaje histórico de la ciudad brasileña – Ivo Rodrigues – como para escapar de la muerte a manos del poder político de la región que, en la ficción, el libro se publica por primera vez en Brasil. Aunque en la realidad la publicación del libro ocurriría apenas en 2023, con una traducción sob mi responsabilidad.     

…mañana Ivo El emperador estará a la venta en todo Brasil, no sé a cuántas posibilidades de éxito comercial, eso no me importa, pero con gran repercusión en la prensa que yo mismo habré asegurado sin reparar en costos ( …), con una hermosa tapa y traducido por un traductor excelente. (CEBALLOS, p.156).

Para concluir, cabe señalar que la literatura fronteriza de la comarca  pampeana tuvo sus orígenes con la gauchesca, creación ficcional cuya geopoética es configurada, especialmente, por un personaje vinculado al campo. Manifestacción literaria que surgió en fines del siglo  XVIII, en Uruguai y en Argentina, y después fue apropriada por  escritores del sur de Brasil.  Esa vertiente se mantiene fecunda tanto en el ámbito de la literatura, como del cancionero o de producciones visuales, como bien comprueban los innúmeros trabajos de artistas e investigadores sobre ella.

Sin embargo, como investigadora, he privilegiado obras cuya geopoética incluyen procesos de urbanización de la región, opción que me permite comprender mejor cómo los escritores lidian con otras inscripciones sociales que ocurren en esta región cultural. En conclusión, orientada por otra perspectiva del mapa de América,  mi norte es el sur.

Cátia Goulart, profesora de literatura latinoamericana. Universidade Federal de Rio Grande – FURG/Brasil

REFERENCIAS

CEBALLOS, José Gabriel. Ivo el imperador. Corrientes: Simurg, 2002.

FERNÁNDEZ MORENO, César. América Latina en su literatura. México: Siglo Veinteuno Editores, 1972. Serie Unesco. 

RAMA Ángel. Introducción. In: PIZARRO, Ana. La literatura latinoamericana como proceso. Buenos Aires: Bibliotecas Universitarias,1985, p.18. 

SCHLEE, Aldyr Garcia. Linha divisória. São Paulo: Melhoramentos, 1988.

____. DICIONÁRIO DA CULTURA PAMPEANA. Pelotas: Fructos do Paiz, 2019.

SEVERO, Fabián. SEPULTURA. Uruguay: Ediciones de la Canoa, 2020.


[1] La expresión alude al ensayo Nuestra América, del ecritor cubano José Martí , publicado 1891 en periódicos de Estados Unidos y México.

[2] Para profundizar sobre la inclusión de las culturas de los pueblos originarios en la escuela constructivista del artista recomiendo la lectura del artículo de María Elena Lucero. (2007). Entre el arte y la antropología: Sutilezas del pasado prehispánico en la obra de Joaquín Torres García. Comechingonia Virtual, 1(3), 106-131.

[3]  Recorro al concepto Colonialidad del poder, desenvolvido por Aníbal Quijano. Según el sociólogo peruano, mientras el colonialismo se estrutura en la na dominación y explotación de determinado pueblo por otro, a partir de la autoridad política, la colonialidad, se gera a partir de relacciones de colonialismo y no se restringe a una relacción formal de poder, sino que ella domina el pensamiento y atraviesa todas las dimensiones materiales y subjetivas de aquellos que fueron colonizados.  ver: Colonialidad del poder, eurocentrismo y América latina (1992) Disponible http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/lander/quijano.rtf