Medellín ciudad colombiana fue y es lugar de fronteras visibles e invisibles, fronteras que ponen una alerta de no pasar, fronteras que instalan miedo, dolor y desesperanza. Pero la cultura ha sido pulsión vital para correr el cerco, para mover el lindero de las fronteras, un arlequín colorido y vistoso se atreve a pasar la frontera, un saltimbanqui con su tambora hace eco de la bella algarabía, chicas y chicos gestan un estremecimiento en el barrio arriba y abajo, la frontera se ha diluido en un gran juego público que aquí llamamos comparsa…
Así mismo quiero imaginar que en otras ciudades de este continente las murgas, las batucadas, (los blocos), charangas, ruedas de tambores durante días, meses y años han derribado las fronteras del miedo, del hastió y de la oscuridad, mujeres y hombres de luz (a la memoria de Lily Curcio1) que hacen transparentes los límites y con el color de la vida van difuminando esa línea que el agrimensor alguna vez trazo.
He visto creadores, mediadores, gestores de la cultura generando diálogos y actos de rebeldía y con sus manos fueron desarmando las barricadas de la frontera con poemas que Re encantan el día a día de los caminantes.
Ahora henos aquí listos para emprender la caminada, todos llevando canciones dulces, libros llenos de saberes y rostros que se abren como ventanas para compartir una maravillosa apuesta por la cultura sin fronteras en una articulación de “FRONTERAS CULTURALES” en los recantos (lugares de la nueva imaginación) de Brasil, Bolivia, Colombia, Guyana, Perú, Venezuela…cada rincón de este mar verde (nuestra Amazonía) no será como es hoy, gracias a que mujeres y hombres se están juntando para retejer la nueva acupuntura cultural de Brasil y sus vecinas y vecinos.
En Colombia nos sentimos inspirados por nuestros amigos del lado del rio Solimões, como se le llama al rio Amazonas en Brasil, para Imaginar fronteras de protección del patrimonio cultural y natural, para establecer acuerdos que cuiden la belleza natural y humana, que en la juntanza veamos las responsabilidades compartidas para preservar la vida de la amazonia. De nuestra parte el proyecto le llamamos Entre Ríos y Raíces: Fortaleciendo la Identidad Cultural en la Amazonía.
Un proyecto integral y colaborativo para enfrentar los desafíos actuales en la Amazonía, basado en el desarrollo cultural.
Este momento es crucial para el mundo y los gobiernos de Colombia y Brasil lo han entendido así, por ello desde las organizaciones que suscribimos esta apuesta decimos que: nuestro lugar será el de guardianes de un legado que nos fue prestado para estar a su servicio, no para servirnos de él. Y decimos que trabajaremos para:
- Reconocer en el otro y junto al otro sus profundas transformaciones, valorar su capacidad creativa, que entre todos se hacen flujos de energía que liberan creatividad, solidaridad, afecto, respeto, libertad, donde cada organización, comunidad, punto de cultura participante se convierte en reservorio moral de los territorios por defender.
- Incidir en la cotidianidad de la vida para que cada frontera cultural tenga en su acto: la naturaleza de un bello milagro.
- Y que el verdadero sentido de la comunidad sea hacer mingas de “sol y dar y dad”, donde todas y todos podamos modificar cada mañana en actos de bien común.
- Re-significar las esquinas de las fronteras por espacios de Encuentro permanente y donde se pueda expresar amorosamente la idea fuerza de otro mundo posible que es aquí y ahora.
- Recuperar toda nuestra humanidad que habita en mujeres y hombres que son semilla que renueva la fe poética colectiva.
Abrazar un bello tiempo de ESPERANZAR.
Jorge Blandón es gestor cultural colombiano, de Medellín. Articulador de culturas comunitárias. Publicou: Teatro jovem, pensar a cultura a partir do desenvolvimento local, Ser+Fazer+Acontecer.
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1 Nuestra amiga payasa que nació en Argentina, moro en Brasil y vino a vivir eternamente en Medellín.